Las mesas de despacho son elementos imprescindibles a la hora de contar con espacio suficiente en tu lugar de trabajo para trabajar adecuadamente, y debemos tenerlo en mente. En este sentido, la comodidad y la ergonomía deberán ir siempre de la mano para poder garantizar una correcta higiene postural, así como un trabajo cómodo y realmente productivo.
En este artículo te vamos a contar las tres claves para escoger las mesas de tu despacho sin tener que ser un experto en decoración de interiores ni en general en ningún mueble ¡Sigue leyendo!
El espacio disponible: lo más importante para escoger mesas de despacho
Está claro que no puedes meter una mesa de reuniones y varias sillas ergonómicas, en un espacio de un metro cuadrado, lo mismo que si metes una única mesa de oficina pequeña en una nave industrial.
En este sentido es muy importante saber de cuánto espacio dispones para adaptar el tamaño de tu mesa a tu despacho, permitiendo la circulación por el espacio y una correcta postura en la mesa.
Ten en cuenta que cuando metas una mesa en tu despacho clásica, no solamente deberás calcular que ocupa la propia mesa, existe además un espacio abierto adicional, que podríamos llamar «espacio de maniobra», que será necesario para que puedas trabajar con esa mesa. Además de dejar el espacio suficiente para el resto de muebles de oficina.
En este espacio se incluiría todo el recorrido de la silla, para que puedas sentarte sin estar apretado contra el borde de la mesa, así como el que ocupe el recorrido de los cajones, y el margen que deberás dejar para los cables que necesites para los dispositivos que están sobre tu área de trabajo, necesarios para tu actividad (los pasacables son muy útiles para esto).
Mide el espacio disponible en tu despacho
Nuestro consejo es que midas el espacio que tienes disponible para tu mesa y compres una con la que trates de dejar una distancia de, como mínimo, un metro sobre el ancho de la mesa y 0,25 sobre cada uno de los laterales. Sin que eso entorpezca la circulación por el espacio de trabajo. De esta forma te asegurarás de que tienes espacio de sobra para maniobrar sin molestar a nadie o sin que sea molesto para ti, y que te permitirá incluir el resto del mobiliario de oficina.
Por supuesto, siempre ten en cuenta el espacio que van a tener tus piernas para moverse. Busca una mesa con un fondo con medidas de, como mínimo, 60 cm, si puede ser de 70 o más, mucho mejor. La altura deberá tener como mínimo esas mismas dimensiones, y evita una estructura demasiado enrevesada por debajo de la mesa, a veces la simplicidad es mejor, como en este caso. De esta forma te vas a evitar chocarte contra los laterales de las mesas y probablemente más de un moratón molesto por algún movimiento rápido.
La altura de tu mesa de despacho
Esto dependerá de lo que busques y de tu propio presupuesto. La opción más versátil es comprar mesas de despacho modernas que sean adaptables en altura (y si es en anchura, mucho mejor, siempre que tengas espacio de sobra). Esto sería una opción perfecta si tu oficina tiene mesas que se utilizan para distintos cometidos o tareas, o si la utilizan distintas personas. De esta manera podrán adaptar el escritorio fácilmente a sus necesidades y bienestar físico.
En el caso de que solo la vayas a utilizar tú, podrías plantearte una mesa de despacho que sea de una medida fija y que te vaya bien. Para comprobar que es así, simplemente deberás sentarte en tu silla (siempre adaptable y ergonómica), y ver si con la espalda apoyada en el respaldo, puedes poner tus manos sobre el reposabrazos y sobre la mesa sin que tu espalda adopte una mala postura. Si puedes hacerlo, esa mesa te irá bien.
El material de las mesas de despacho
Las mesas de despacho son un área de trabajo en la que pasamos mucho tiempo, por este motivo los materiales no deben de reflejar o ser muy sensibles a la temperatura. Como ocurre en el caso de materiales de aluminio o en general cualquier estructura metálica, y con las superficies reflectantes o de color blanco brillante. El acabado mate siempre te dará un estilo elegante y vintage, a la par que cómodo, por lo que materiales naturales como la madera te serán muy beneficiosos.
En cuanto a las texturas y los acabados, siempre debemos valorar cuál va a ser nuestra actividad sobre nuestra mesa escritorio, buscando siempre un acabado acorde. Básicamente evitaremos un producto con superficies resbaladizas, a menos que queramos esto por algún motivo en particular.
Lo más importante siempre es la comodidad y la ergonomía
En cuanto a los materiales todo es cuestión de gustos, aunque no viene mal tener en cuenta este tipo de consejos, puesto que te evitarás posibles incomodidades que no habías tenido en cuenta cuando fuiste a comprar la mesa para tu estudio. Piensa que tienes una necesidad, y que la puedes cubrir con una estética de corte clásico, moderna, vintage, etc., pero lo más importante siempre es la comodidad y la ergonomía ¡No lo olvides!