Los escritorios de oficina son elementos imprescindibles a la hora de realizar nuestras actividades en el entorno físico de nuestra empresa. Un buen escritorio para nuestra oficina deberá contar con unas dimensiones adecuadas para el desempeño de nuestro trabajo, que dependerá del tipo de actividades que vayamos a desarrollar en el. De esta forma, no necesitaremos el mismo escritorio para una empresa dedicada al diseño gráfico, como en una empresa que lleve a cabo un trabajo que requiera de menos espacio.
En este artículo te vamos a ayudar a encontrar las claves para seleccionar el escritorio de oficina perfecto para ti y para tu negocio ¡Empezamos!
Las claves del escritorio de oficina ideal
Empecemos por lo básico. No eres tú el que se tiene que adaptar a tu escritorio, sino que más bien es al contrario. Un buen escritorio de oficina se adaptará a ti, a tus necesidades específicas. Para ello debe cumplir una serie de condiciones necesarias para que tu elección sea la mejor elección. Tanto que ni si quiera te surja la duda de si realmente tu elección ha sido la correcta. Para ello, debe cumplir con las siguientes características clave:
- Un buen escritorio deberá tener la superficie adecuada para trabajar sobre él, ni más ni menos. Si te dedicas a un trabajo creativo, como por ejemplo la arquitectura, requerirás de un espacio amplio. Por lo que tu mesa de escritorio deberá de ser amplia. Además, estar levemente inclinada hacia ti, para que puedas ver tus diseños fácilmente.
- Un buen escritorio de oficina tendrá solamente las funcionalidades que necesites. Si no necesitas guardar material, no tendrá cajones; si no necesitas moverlo fácil y rápidamente de sitio, no tendrá ruedas bloqueables. Piensa siempre con actitud minimalista. Porque, las ruedas o cajones, aunque pueden ser muy útiles, también pueden ser contraproducentes, por lo que es algo que deberás valorar muy bien.
- Un buen escritorio siempre estará acompañado de una buena silla, adaptada a su tamaño o con diseño ergonómico adaptable, que siempre será la mejor opción.
Estas son las tres claves principales a la hora de comprar un escritorio. Que realmente te vaya a ser útil y cómodo. Pero esto siempre es aplicable al resto de mobiliario que vayas a comprar para cualquier espacio que debas amueblar. La comodidad siempre es mayor cuanto mayor es la adaptabilidad del mobiliario a tus actividades en un espacio determinado.
La relación entre la altura del escritorio y la silla
Un truco muy útil para calcular la posición perfecta de tu mesa. Es que cuando te encuentres sentado en una silla, puedas apoyar los brazos cómodamente tanto sobre la mesa como sobre el reposabrazos. Mientras apoyas tu espalda en la parte trasera de la silla. Esto lo conseguiremos adaptando la altura del plano de apoyo, así como con una silla que nos permita regularla lo máximo posible.
Por este motivo, cuando hablamos de escritorios de oficina. Es de vital importancia tener en cuenta de que estos siempre guardarán una estrecha relación con las sillas. Te darás cuenta de que cuanto más adaptables sean estos dos elementos, menos problemas tendrás a la hora de hacer cualquier sustitución de mobiliario.
El gran olvidado: el espacio para las piernas en los escritorios de oficina
Si piensas en un escritorio estándar, lo más normal es que siempre pienses en la parte de arriba, es decir, la parte técnicamente útil, técnicamente productiva. Pero al hablar de comodidad y ergonomía, no solo debemos pensar en esto. Ten en cuenta que, sobretodo si trabajas muchas horas sentado. Deberás poder mover las piernas libremente, sin tener que estar todo el rato chocandote contra todos los elementos de la parte baja del escritorio
El espacio ideal (de fondo y altura) que debe estar libre para que tus piernas puedan moverse cómodamente es de entre 60 y 70 centímetros. Todo el espacio que haya a mayores entre cada pata y no afecte a la ideoneidad de la estructura del escritorio es ideal.
Los materiales de los escritorios de oficina
Los escritorios de oficina habitualmente se diseñan con una serie de materiales específicos como por ejemplo la madera. Esto es así porque un escritorio deberá siempre ser cómodo para su uso, como no nos cansamos de repetir. El uso de metales puede quedar demasiado agresivo en la superficie usable de la mesa, ya sea porque es un material muy sensible a la temperatura y si hace frío, estará muy frío, y si le da el sol todo el día podría llegar a quemar. Por este motivo, los metales quedan limitados normalmente a los elementos estructurales como por ejemplo las patas.
La madera, sin embargo, es un material perfecto para el tablero, puesto que es muy estético, resistente y versátil a la hora de ofrecer comodidad a los usuarios. En este sentido, combiarlo con otros materiales como por ejemplo el aluminio en las patas y la estructura o el plástico en los tacos que calzan la mesa, pueden ser una gran combinación para obtener una estructura firme y un diseño cómodo y usable.
El color del material que utilicemos también afectará a la calidad del producto, puesto que la apariencia metálica, el cristal o el color blanco pueden aportar deslumbramientos, incómodos en un puesto de trabajo. Por este motivo apostaremos siempre que podamos por acabados mate o antirreflectantes para nuestro estudio o despacho, buscando una linea que aporte comodidad frente a grandes cosas que probablemente no necesitamos en nuestras mesas de oficina, sillas y en general, en nuestro mobiliario.
Si cumplimos con todo esto, conseguiremos que cada reunión, diseño, entrega y cualquiera que sea la cosa que tenemos que hacer en nuestro escritorio se haga siempre de forma cómoda, para que solo nos tengamos que preocupar de nuestro verdadero cometido.